jueves, 10 de abril de 2014

Los beneficios de la agresión

Sí, no hace falta que cojas una fusta y te líes a darte leñazos, dejémosle eso al mundo del sado.
Esto va más allá, se trata de someter a tu cuerpo a estímulos durante el el entreno. Tienes que hacerte daño con cabeza.


Piensa ésto como: cuando te rompes un hueso, tu cuerpo, produce un callo óseo de modo que es más fuerte que el tejido óseo anterior. Lo mismo ocurre con el deporte. Cuando entrenas (es decir, cuando te agredes), tu cuerpo se hace más fuerte. Siempre y cuando respetes unos principios.

Aquí veremos el gran principio de la supercompensación. Es sencillo: cuando aplicas una carga , el cuerpo baja de rendimiento en una primera fase. Después de entrenar, toca el entreno invisible y clave para conseguir resultados, descanso, hidratación y comida. Lo que estás haciendo es elevar tu forma física y creando adaptaciones al medio.

Muy simple: ACTIVIDAD=GASTO CALÓRICO. Tu cuerpo invierte energía para cualquier cosa tu vida diaria. Vivimos en un bucle continuo de derroche energético, que se estabiliza a medida que te repones y alcanzas el equilibrio interno. Al final, cuando te pones enfermo, sales de fiesta, o te lesionas, tu cuerpo trabaja para restablecerlo.


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